viernes, 4 de noviembre de 2011

Krzysztof Komeda


Hace unos días, dentro del festival In-edit de cine documental musical de Barcelona, pudimos ver la producción Komeda. A soundtrack for a life, de la realizadora Claudia Buthenhoff-Duffy sobre el pianista y compositor polaco Krzysztof Komeda. Se trata de una producción televisiva correcta, pasable, en la que como es habitual en este género de producciones, lo más destacado es el material de archivo rescatado. La cinta incide especialmente en el trabajo de Komeda como compositor de música para cine, un campo en el que ciertamente fue extraordinario. Sin embargo, se pasa por alto su faceta de jazzman, cosa que hasta cierto punto nos duele. Y nos duele porque era un jazzman fabuloso también: original, sensible, siempre a la búsqueda de una identidad musical, y muy cercano a la vanguardia de aquellos años (al morir Coltrane en 1967 le dedicó uno de sus temas más representativos, "Nightime, Daytime Requiem", con un lenguaje muy cercano al del último período del saxofonista). Es decir, Komeda tenía todo aquello que disgusta a la caverna del jazz. Su ninguneo por parte de popes como Leonard Feather, que no lo añadió en su famosa enciclopedia, ha hecho que la percepción que se tiene de él sea básicamente la de un gran compositor de bandas sonoras -que lo era, por descontado- y no tanto la de un excelente músico de jazz. Es más, como bien sabrán los que conzocan su obra, una faceta y otra son hasta cierto punto indisociables.

Ya hablaremos de esta producción germano-polaca en un próximo artículo sobre el festival In-edit. Por el momento, querríamos poner el acento en ese Komeda más puramente jazzístico con tres ejemplos.

En primer lugar, "Ballad for Bernt", que tiene una de las melodías mas preciosas y fragiles que he escuchado. Esta pieza fue utilizada en el primer largometraje de Roman Polanski, El cuchillo en el agua, así que a muchos tal vez les sonará. Se grabó en 1961, y junto al trío que en aquellos años tenía el pianista (Roman Dylag al contrabajo y Leszek Dudziak a la batería), estaba el saxofonista tenor sueco Bernt Rosengren (que le devolvía a Komeda el detalle de la dedicatoria con una interpretación exquisita).



A continuación vamos a poner uno de sus temas más versionados con posterioridad por otros músicos que le han dedicado discos o proyectos. Se trata de "Roman II", también llamada "II" o "Dwójka rzymska". De este tema existen varias versiones dentro de la discografía de Komeda, pues fue escrito a principios de los 60. Pero esta que ponemos aquí, grabada en 1964 durante una sesión en la televisión polaca, tal vez sea la canónica. Fue con el quinteto con Tomasz Stanko (trompeta), Michal Urbaniak (saxos soprano y tenor), Jacek Ostaszewski (contrabajo) y Czeslaw Bartkowski (batería).
Nos gusta mucho como se introduce el tema: primero la línea principal con el piano, después la trompeta y el soprano la amplian introduciendo elementos de la melodía y, finalmente y antes de entrar todos, el contrabajo presenta el sostén rítmico que va a mantener. La pieza tiene un gancho fantástico.



Y para finalizar, un tema que sí fue compuesto especialmente para la película Cul-de-sac (1966), de Polanski. Es un tema que gustará a todos los amantes del mainstream de los 60 y del easy listening, desde luego, pero hay que fijarse en la interpretación porque es un lujo. Es un easy listening de mucha calidad.



Los tres temas los pueden encontrar recopilados conjuntamente en The complete recordings of Krzysztof Komeda, vol. 13 - Matnia, del sello Polonia Records (1997).
Si quieren saber más sobre él, les recomendamos que visiten la web www.komeda.pl, que además de en polaco también está en inglés. (Por cierto, la foto procede de esta web).

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